Jalisco es la cuna de la bebida más representativa de México y del lago más grande del país. Adentrémonos en el fascinante valle del “oro azul”.
Es hora de ponernos botas y sombrero para viajar a uno de los destinos más icónicos del país, Tequila, Jalisco, la tierra que le dio nombre a la bebida más reconocida de México en el exterior, primera en tener Denominación de Origen.
A menos de 100 kilómetros de la capital de Jalisco el paisaje se viste de enormes valles cubiertos de agave, también conocido como el “oro azul”, pues de esta tradicional planta se produce la deliciosa bebida que bien puede disfrutarse sola o en coctel.
Nace un elixir
Tequila significa lugar de tributos, y desde antes de la llegada de los españoles, los indígenas chichimecas, otomíes, toltecas y nahuatlacas que habitaban aquí, ya producían la bebida que representaban con la diosa del mezcal Mayahuel.
Pero oficialmente, la producción industrial del tequila inicia en 1600 con la primera fábrica que instala Pedro Sánchez de Tagle, marqués de Altamira, que perfeccionó el proceso de cultivo y destilación del mezcal, que posteriormente tomaría el nombre del lugar.
De la jima a la botella
Hoy prácticamente todos disfrutamos esta exquisita bebida, ideal para cualquier ocasión, pero pocos conocen el cuidadoso proceso que se lleva a cabo para producirla, por lo que recorrer la Ruta del Tequila es toda una experiencia en donde revelarán estos secretos.
No hay mejor forma de aprender algo que haciéndolo, y por ello, vamos a internarnos en dos reconocidas casas tequileras, para vivir de cerca este interesante proceso, y que te vuelvas todo un experto conocedor en tequila.
En Casa Orendain se respira tradición familiar, que viene desde 1926 cuando se comenzó con una pequeña y rudimentaria destilería, que hoy es una de las más reconocidas para visitar por los viajeros. Un tranvía traslada a los visitantes a este sitio, desde donde iniciarán el recorrido a pie por los campos de agave, y donde conocerán el proceso industrial para elaborar este rico licor.
Otra productora apta para recibir viajeros es la Tequilera Tres Mujeres, relativamente joven pero perfecta para conocer el proceso artesanal para producir esta bebida. Cuenta con un horno de mampostería y en su realización no utilizan químicos ni levaduras. Para muchos, lo mejor viene al final, cuando viene la degustación de los diferentes tipos de tequila que se producen.
Son muchas las destilerías que encontrarás en Tequila, unas más famosas que otras, pero todas con el encanto, pasión y entrega para mantener en alto el nombre de México en el mundo.
Más por conocer
Nombrado Pueblo Mágico desde 2003, Tequila tiene más que ofrecer como la Parroquia de Santiago Apostol el Santuario de la Santa Cruz y claro, el Museo Nacional del Tequila. En tu viaje no dejes de visitar estos atractivos.
Majestuoso cuerpo de agua
Además del Tequila, Jalisco también alberga el lago más grande de México, el famoso Lago de Chapala. Imagínate, tiene una extensión de 114 mil 659 hectáreas y tiene una capacidad total de 7 mil 897 millones de metros cúbicos.
Diversos grupos indígenas se asentaron en sus orillas desde hace varios siglos y hoy es todo un atractivo para gozar de la belleza de su paisaje y de varias actividades que se pueden hacer aquí, entre ellas deportes acuáticos.
En invierno, el Lago de Chapala recibe a un curioso grupo de migrantes del norte, se trata de los pelícanos blancos americanos, también conocidos como borregones, que llegan a este destino, para disfrutar de sus cálidas aguas de noviembre a abril.
También puedes embarcarte en una lancha para visitar la isla Los Alacranes, que se encuentra en el centro del Lago de Chapala. Pero lo que no podrá faltar en tu viaje, es disfrutar las delicias de la cocina del lugar, que están para chuparse los dedos.
Comer helados será toda una experiencia en Chapala, cuando pruebes los “Canutos”, que no se sirven en el tradicional cono o vaso, sino que se obtienen de un molde de aluminio en forma de un largo y delgado “cohete” que sostienes con un papel; y son toda una tradición aquí.
Rincón ribereño
En las orillas del Lago de Chapala encontramos un encantador poblado, Ajijic, perfecto para el descanso. El ambiente relajado de esta localidad lo hizo muy atractivo para extranjeros retirados que lo convirtieron en su hogar.
El entorno lo forman pequeñas casas con techos de teja y el arte urbano está presente en bellos murales y galerías que podrás encontrar aquí. Todo bajo un ambiente muy chic y hipster que encanta a los viajeros.
Ajijic también tiene un lindo muelle desde el que se puede contemplar la belleza del gran Lago de Chapala.
Disfruta del esplendor que ofrecen estos destinos del centro de Jalisco, quizá descubras al jimador que hay en ti. Consulta nuestra próxima salida en el siguiente enlace: TEQUILA Y CHAPALA, JALISCO
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