Provenientes de Canadá y Estados Unidos, como cada año, millones de Monarcas cubren los bosques de Michoacán y el Estado de México. Conoce más sobre esta gran travesía.
Una de las migraciones naturales más sorprendentes del mundo es la que realiza la Mariposa Monarca, que viaja alrededor de 5 mil kilómetros desde Canadá y Estados Unidos para pasar el invierno en México.
Estas bellas criaturas con su característico color naranja, bordes negros y puntos blancos eligieron los bosques de Michoacán y el Estado de México para alejarse del frío invierno del norte y reproducirse.
Viajeras incansables
Así como la ves de delicada y frágil, la Mariposa Monarca es una de las más fuertes comparadas con otras especies. A diferencia de otras mariposas que viven en promedio un mes, la monarca sobrevive hasta 9 meses, y es de mayor tamaño.
Con estas capacidades, no nos extraña que haga un viaje tan largo, para descansar en los bosques de oyameles, pinos y cedros, que se encuentran a más de 3000 metros de altura sobre el nivel del mar.
Área protegida
Además del increíble espectáculo natural que es contemplar a las millones de pequeñas visitantes en nuestro país, la Mariposa Monarca cumple una muy importante función en el equilibrio ecológico.
Por eso, se delimitó el área como Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca, que se extiende por alrededor de 60 mil hectáreas, y desde 2008 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Distinguidas anfitrionas
Disfrutar de la majestuosa afluencia de Mariposas Monarca en México es posible de noviembre a marzo, antes de que emprendan el viaje de regreso hacia el norte. Pero hacerlo implica seguir muchas recomendaciones.
Lo mejor es hacerlo con guías locales, quienes conocen perfecto el lugar y cómo se puede contemplar a las pequeñas mariposas sin alterarlas, pues a ninguna visita le gusta ser molestada, ¿verdad?
A lo largo de la Reserva encontrarás distintos santuarios abiertos al público, que además de señalarte el recorrido a seguir, tienen servicios como sanitarios y áreas de comida, entre otros.
Desde la entrada hasta donde verás las Monarcas, deberás caminar cuesta arriba de 25 a 40 minutos, dependiendo del lugar; así que ve con zapato cómodo, debidamente abrigado y sobre todo con mucha actitud, pues al llegar, verás que habrá valido la pena.
En la mayoría de los santuarios ofrecen el recorrido a caballo para hacer menos pesada la subida y bajada. Considera también esta opción.
Mientras te adentras en el bosque, los guías te van platicando la importancia de la Mariposa Monarca, los cuidados del área, así como algunas restricciones como no hacer mucho ruido y por ningún motivo tocarlas. Ahí te dirán por qué.
Así que desconéctate un rato del mundo y déjate envolver literalmente por cientos de mariposas a tu alrededor, y el fuerte sonido que genera el aletear de estos maravillosos seres.
Sitios más reconocidos
Dentro de los santuarios más reconocidos para visitar a la Mariposa Monarca están El Rosario, cerca de Angangueo, Michoacán. Considerado el más grande de la reserva, tiene un ascenso de 2 kilómetros y cada año recibe a 20 millones de mariposas.
Otra opción es Piedra Herrada, localizado en las faltas del Nevado de Toluca, camino hacia Valle de Bravo en el Estado de México. Luego de una caminata de 25 minutos estarás inmerso en el mundo de las monarcas. Consulta la fecha de nuestra próxima visita.
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