Déjate envolver por el misticismo de Tepoztlán, Morelos

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La vibra especial que se respira en Tepoztlán, hacen de este destino de Morelos, un auténtico Pueblo Mágico, que es obligado conocer.

El entorno natural donde se asienta Tepoztlán, su legado prehispánico y la herencia colonial son los elementos que hacen de este Pueblo Mágico de Morelos, un lugar lleno de espiritualidad y misticismo que siempre dejan una agradable sensación a sus visitantes.

La única forma de descubrir este encanto es conociendo cada uno de los rincones que resguardan la historia de Tepoztlán, y que lo hace tan atractivo a turistas nacionales y extranjeros que encuentran aquí, una paz indescriptible.

Desde las alturas
El símbolo más representativo de este Pueblo Mágico es su imponente Cerro del Tepozteco, el guardia natural de esta localidad en donde se asentaron los primeros pobladores hace 1,200 años, y en cuya cima se levanta una pirámide en honor a Tepoztécatl, dios azteca de la cosecha, la fertilidad y el pulque.

Desde el centro de Tepoztlán se puede admirar la majestuosidad de esta elevación natural, que tiene una altura de aproximadamente 500 metros desde su base; pero para llegar a la parte más alta, se debe recorrer un camino de unos 2 kilómetros de largo.

Subir al Cerro del Tepozteco es quizá la actividad más representativa para los viajeros que llegan a Tepoztlán, para lo cual deben ir debidamente preparados física y psicológicamente. La recompensa al final del ascenso habrá valido la pena.

Declarado Parque Nacional, el Tepozteco tiene una gran variedad de flora y fauna. Una vez en la cima podrás contemplar más de 23 mil hectáreas de un bello paisaje. Además de conocer la famosa pirámide.

Este templo de adoración aún conserva sus elevados muros de 10 metros en promedio de alto, sus basamentos y elementos decorativos a lo largo de su fachada y relieves.

Llenarse de energía y vitalidad es uno de los principales objetivos de subir al Tepozteco, algo que hacen prácticamente todos los visitantes, quienes después podrán disfrutar del agradable ambiente del pueblo.

Construcción dominica
El Ex Convento de la Natividad es la prueba del paso de los españoles por Tepoztlán. Fue construido por los indígenas tepoztecos por órdenes de los frailes dominicos en 1560 y su construcción tomó cerca de 30 años.

Hoy es un recinto invaluable que resguarda la herencia colonial y gran parte de la historia de Tepoztlán se encuentra aquí. Imagínate qué tan importante es, que desde 1994 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Su interior resguarda sus amplias bóvedas y una gran decoración que hay en ellas y sus paredes. Algunos dicen que son casi 2 mil metros cuadrados de pinturas, pero otros dicen que son más de 4 mil, más allá de este dato, lo trascendente son las obras en sí mismas.

El Ex Convento se compone de su iglesia dedicada a la Virgen de la Natividad, su claustro, su jardín y las áreas que habitaban los frailes como sus celdas, biblioteca, y más.

Ambiente festivo
Pero Tepoztlán también tiene mucho ánimo de fiesta, y a lo largo del año hay distintas actividades que le dan un toque especial. Uno de ellos es el Carnaval, en donde podemos ver el tradicional Brinco de Chinelos.

Las calles empedradas son el escenario por donde desfilan estos singulares personajes que mantienen viva la tradición a través de su vestuario, danza y presentaciones, de cuyo origen hay algunas teorías, pero la más aceptada es que se trata de una representación humorística de los españoles.

Las túnicas de los chinelos están inspiradas en las indumentarias árabes que a su vez pasaron por España, y que en esta región de México le dieron su toque peculiar. Grandes máscaras de piel blanca y barbas picudas hacen mofa de los antiguos españoles que no permitían a los originarios de aquí celebrar la festividad.

Hoy el Brinco de Chinelos es una arraigada tradición de Tepoztlán con la que se da la bienvenida al periodo de cuaresma, de ahí que el Carnaval se realice cuatro días antes del miércoles de ceniza.

No puedes dejar de visitar el mercado popular para saborear las delicias de su gastronomía y adquirir algunas de las artesanías que elaboran las manos tepoztecas.

Revitaliza mente, cuerpo y corazón en Tepoztlán, destino que además goza de un clima bastante agradable.

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